Una de las cuatro fisuras de Tessier diagnosticadas en el mundo ha sido intervenida en el hospital de Kampada, en Uganda con una nueva técnica. Una ONG se encargó de financiar la operación de un niño que tenía una anquilosis temporomandibular de nacimiendo, que le impedía comer y respirar. Tras la operación, pudo comer sólidos y cambiar su apariencia.
Sólo hay un cirujano plástico para 50 millones de personas, y ya llevan hechas unas 600 intervenciones.
Nadie sabe con certeza por qué hay tan elevado número de niños con estas malformaciones en este continente. La media mundial es de un caso por mil, y en los países desarrollados suelen operarse en el primer año de vida, y los afectados reciben un tratamiento médico y psicológico continuo. En Uganda la realidad es otra. Son más y, por falta de información, los padres creen que estos niños con labios y dientes retorcidos, están poseidos por algún espíritu y es frecuente que lo escondan.
No es el único caso complejo en el que se han encontrado estos cirujanos.
Marta y Marina.
31 enero 2006
La cirugía española viaja hasta Uganda
Publicado por Anónimo en 2:33 p. m.
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