12 junio 2006

Premios al mejor artículo de divulgación

El Consejo Escolar del I.E.S. María de Molina de Madrid aprobó el 25 de abril de 2006 la concesión de premios para incentivar la participación y la colaboración de los alumnos en los blogs del IES María de Molina de Madrid.

09 junio 2006

Uranio y biotecnología


El Uranio es un elemento químico de símbolo U, número atómico 92 y peso atómico 238.03. El punto de fusión es 1132ºC (2070ºF), y el punto de ebullición, 3818ºC (6904ºF). El uranio es uno de los actínidos, metal muy denso, fuertemente electropositivo y reactivo, dúctil y maleable, pero mal conductor de la electricidad. Muchas aleaciones de uranio son de gran interés en la tecnología nuclear, ya que el metal puro es químicamente activo. Por lo que el principal uso del uranio en la actualidad es la obtención de combustible para los reactores nucleares que producen el 17% de la electricidad obtenida en el mundo.

Cuando las personas están expuestas a los radionucleidos del uranio que se forman durante la desintegración radioactiva por un largo periodo de tiempo, pueden desarrollar cáncer. Las posibilidades de tener cáncer son mucho más elevadas cuando las personas son expuestas al uranio enriquecido, porque es una forma más radioactiva del uranio.

Una de las propiedades radiactivas del uranio es el periodo de semidesintegración, el tiempo que tarda la mitad del isotopo en emitir su radiación y transformarse a otra sustancia. Estos periodos son muy largos (cerca de 200,000 años para el 234U, 700 millones de años para el 235U, y 5.000 millones de años para el 238U).

Estas dos cualidades del Uranio hacen que uno de los problemas más apremiantes sea la búsqueda de maneras para deshacerse de los restos altamente radiactivos. Una nueva propuesta del Instituto Tecnológico de Georgia parece haber encontrado la solución en la biotecnología:

Patricia Sobecky, Martial Taillefert, Melanie Beazley y Robert Martinez forman parte del equipo que ha descubierto que algunas bacterias presentes en el suelo y bajo tierra pueden liberar fosfato, que convierte el producto de la
contaminación de este elemento radiactivo en una forma insoluble e inmóvil.
Estos organismos liberan fosfato en su entorno, pero la precipitación de fosfato de uranio se produce químicamente. Se trata de la biomineralización del uranio, que supone su inutilización.
Los investigadores han constatado que la bacteria puede soportar la toxicidad del uranio mientras libera el fosfato, y seguir creciendo una vez que el uranio ha sido precipitado. Por lo que el reto para los científicos es la afinación detallada de las condiciones alrededor de las bacterias, para que sean capaces de desarrollarse y trabajar químicamente fuera del laboratorio.

Páginas consultadas:

http://www.amazings.com/ciencia/noticias/050506c.html
http://www.gatech.edu/news-room/release.php?id=919(Georgia institute of technology)
http://www.lenntech.com/espanol/tabla-peiodica/U.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Uranio

Jara Fraile del Río. 1º BA. IES María de Molina. Madrid

A vueltas con la Energía Nuclear

La energía nuclear está siendo descrita como la energía del futuro; se dice que, dado el problema energético en el que nos vemos envueltos en el siglo XX, la solución podría ser este tipo de energía que denominan “limpia” y “sostenible”. Pero, ¿cómo puede una energía ser sostenible cuando genera toneladas de residuos radiactivos que tienen una vida media de miles de años?
En el mes de marzo, en Francia propusieron nuevas vías de gestión:

  • Almacenaje en superficie o bajo superficie: se trata de conservar los deshechos durante un periodo máximo de 300 años antes de volver a tratarlos. Es conveniente para cierto tipo de deshechos, como combustibles irradiados que no se puedan volver a tratar. Se podría llevar a cabo de aquí a diez años.
  • Almacenamiento en profundidad: el objetivo es aislar los deshechos a varios cientos de metros bajo tierra, el tiempo suficiente como para que la radioactividad disminuya. Se admite cada vez más que los deshechos deben de ser reversibles, es decir, recuperables a través de un tratamiento futuro. Parece ineludible para los vidrios que resultan de tratar los materiales en una actividad alta. Esta vía debería poder funcionar dentro de veinte años.
  • La separación-transmutación: consiste en separar los elementos radioactivos y transformarlos (transmutarlos) para que sean menos tóxicos. Los reactores de IV generación están preparados para poder efectuar esta operación. Podría funcionar en el 2040, cuando intervenga la cuarta generación de reactores.

El gobierno francés dice que estos tres métodos de gestión del material nuclear son complementarios: no hay una única solución y necesitamos seguir investigando vías nuevas y más eficaces.

A pesar de que existen modos para intentar solucionar el problema de los residuos que genera la energía nuclear, ninguno es del todo eficaz y, además, son para plazos de tiempo demasiado largos. En todo ese tiempo produciendo material nuclear (porque no va a pararse), pueden ocurrir muchas cosas. ¿Debemos seguir produciendo deshechos durante años y poner, así, en peligro nuestro futuro?

Y no nos faltan ejemplos de desastres nucleares y de las catástrofes que puede causar, aunque sea de manera consciente, como las armas nucleares.
Uno de los más recordados es el de Chernóbil (Ucrania), del que ahora se han cumplido 20 años. La fusión del núcleo del reactor de esta central destrozó la vida de miles de personas un 26 de abril de 1986. ¿Qué ocurre con toda esa gente? Su vida quedó arruinada. ¿Fue un error humano o fortuito? Ahora no se puede hacer nada. Aún hoy se sigue cobrando víctimas y la radiación en la zona no desaparece.

La energía nuclear puede causar mucho daño al ser humano. Nos lo ha demostrado, no una vez, y no aprendemos. Pero ya se sabe: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”.

FUENTES
L’humanité, miércoles 22 de marzo de 2006
20 minutos, jueves 27 de abril de 2006
http://e-profes.net/blog/
http://www.greenpeace.org/international/news/chernobylcancernightmares260406