16 mayo 2006

Homenaje a los Roedores

Las ratas de laboratorio son uno de esos animales en los que nunca nos paramos a pensar. Por ello, y por una vez, seria buena idea hacerlo para darse cuenta de lo interesantes que son estos animales. Millones de ratas de laboratorio mueren todos los días en el mundo para bien de la comunidad científica. El estudio con estos animales ha hecho muchísmo bien al progreso científico, permitiéndonos curar enfermedades que parecían incurables o probar medicamentos nuevos con ellas para observar su reacción. A continuación explicaremos algunas de las pruebas a las que el cruel (según algunos) ser humano somete a estos animales para estudiar su comportamiento.

Ejemplificaremos con algunos de los paradigmas conductuales a los que sometemos a las ratas, en este caso en el ámbito de la biopsicología. Algunos ejemplos son:

  • Paradigma del campo abierto. Se trata de colocar al sujeto en una cámara grande y vacía para registrar su actividad. Se dibujan rayas en el suelo de la cámara para estudiar la actividad contando el numero de veces que la rata cruza las líneas durante la prueba. La falta de actividad y el exceso de excrementos al finalizar la prueba determinan que la rata es fuertemente tigmotáxica, esto es, que no se suelen alejar de la pared de la cámara de la prueba y que apenas se dedican a la crianza y el aseo. Es frecuente que las ratas se asusten mucho la primera vez que se las coloca en un campo abierto, pero se demuestra que tras repetidas exposiciones a este acaban acostumbrándose.
  • Paradigma del intruso en la colonia. Las pautas del comportamiento y defensivo se estudian mediante este experimento, consistente en enfrentar la rata macho dominante de una colonia (macho alfa) y una rata intrusa de menor tamaño. Podemos determinar ciertos comportamientos para cada forma de afrontar la situación. De este modo, el erizado del pelaje, los movimientos laterales de acercamiento y los mordiscos en el lomo y los costados son actitudes de ataque (macho alfa). Del mismo modo, el bloqueo, el recular, el empujar o el girar sobre la espalda (rata intrusa) indican defensa.
  • Paradigma del laberinto elevado en forma de cruz. Otro ejemplo de prueba, en este caso para observar los efectos antiansiedad de un fármaco sobre la rata. Se trata de un suelo en forma de cruz, elevado unos 50 cm sobre el suelo real. Dos de los brazos tiene paredes que evitan que la rata, llegado a un punto, se caiga. Los otros dos brazos no tienen paredes. De este modo, en función del tiempo que la rata pasa en cada tipo de brazo, se estudia la medida de la defensa o de la ansiedad.
  • Paradigma del comportamiento pavloviano. El experimentador empareja un estimulo neutro o condicionado (por ejemplo, un sonido) con un estimulo incondicionado (por ejemplo, comida). Este ultimo provoca una respuesta incondicionada o refleja (en este caso, salivación). Al final es el propio impulso condicionado el que determina la respuesta (es decir, que la rata, al oír el sonido, lo asocio directamente con la carne, aunque no la vea, y ya comienza a salivar).
  • Paradigma del condicionamiento operante. A través del castigo (por ejemplo, descarga eléctrica) o el premio (comida) se induce el comportamiento del animal (por ejemplo, accionar una palanca).
  • Paradigma de la autoestimulación. Es del tipo del anterior. En este caso se trata de que el animal pulse constantemente la palanca para que se le den impulsos eléctricos que activen sus centros cerebrales ce placer.
  • Paradigma de la autoadministración de drogas. Igual que el anterior, solo que en este caso el animal pulsa para que se le administre una dosis y calmar así su adicción a ciertas sustancias.
  • Paradigma de la aversión condicionada al sabor. Las ratas, al igual que muchos otros animales,. Son neofóbicas, es decir, que temen aquello que les resulta nuevo. De este modo, en la alimentación, probaran una pequeña cantidad de una nueva comida antes de atiborrarse. Así ven como las sienta la comida y, en función de los resultados, siguen comiendo o no. El experimento se basa en exponerles comida sana pero con un castigo asociado (la descarga eléctrica). De este modo, al comer esa comida, tras varias descargas eléctricas, dejaran de comerla siempre que la vean.
  • Paradigma del laberinto de brazo radial. Se utiliza para estudiar las habilidades espaciales, muy desarrolladas, de los roedores. Las ratas, para sobrevivir, lo tienen mucho mas difícil que nosotros, puesto que tienen que encontrar lugares en los que se reponga rápidamente el alimento y tener en cuenta su posible saqueo por otro animal antes de su llegada. Este experimento consta de ocho pasillos situados de forma radial respecto a un centro. Al final de cada pasillo hay (o no hay, en función del experimento) un cebo de comida. Por ejemplo, un tipo de experimento es el siguiente. Cada día se sitúa a una rata en un laberinto de ocho brazos distinto, pero se le pone la comida en el mismo lugar. De este modo se acostumbrará y, nada mas caer en el centro del nuevo laberinto, se dirigirá seguramente al lugar en el que hay comida. Apenas volverá a ese lugar después (sabe que ya no hay comida) y seguramente ni pasará por los pasillos en los que no hay comida. Las medidas de seguridad impiden que huela el sitio por el que ya ha pasado, dotando de veracidad a este experimento.
  • Paradigma del laberinto de agua. Se sitúa a la rata en una piscina de agua lechosa. Una plataforma, situada poco debajo del agua y en la que puede hacer pie, es el objetivo de la rata. Pero el agua teñida la impide ver donde esta. Una vez la rata da con ella, el siguiente punto de partida en el agua es indiferente: la rata nadará directamente a la plataforma sin verla. Esto demuestra que la rata toma otros elementos físicos de la habitación como puntos de referencia.
  • Paradigma del enterramiento defensivo condicionado. Se sitúa en una jaula material para construir nidos. En una esquina de la jaula, pegado al suelo, se sitúa un aparato que provoca descargas eléctricas ante un contacto táctil. La rata que se introduzca en la jaula, tarde o temprano, contactara con el aparato. Lo curioso del experimento es ver como, prácticamente todas las ratas, reaccionan (a la primera descarga) enterrando el emisor de descargas eléctricas bajo capas y capas de material para fabricar nidos, que lanzan sobre el objeto con la cabeza y las patas delanteras.
Como vemos, no son pocas las crueldades a las que sometemos a estos animales a diario. Pero es un mal que produce un bien mucho mayor. Gracias a la experimentación con ratas podemos estudiar curas para enfermedades como el Parkinson, la Dislexia o el Alzheimer. Por tanto, como vemos, las ratas son un animal esencial en el estudio de laboratorio debido a sus similitudes con el hombre, a su coste barato, y a otros muchos factores, que hacen de estos animales uno de los mas útiles para el ser humano a lo largo de la historia de la ciencia.

FUENTES: Libro “Biopsicología”, 4ª. Edición, de John P. J. Pinel., University of British Columbia. Pearson Prentice Hall.

Guillermo Pérez Gutiérrez, 2º. Bachillerato.